Recórrelas y te sorprenderán...

Ruta 2. De las Aldeas

Salpicando la práctica totalidad del término encontramos aldeas, casas o cuartos, que es como se les denominan aquí a los caseríos en función de su tipología y finalidad. Unos y otros, nos acercan a un pasado reciente, en el que una buena parte de la población de Munera vivía dispersa, ejerciendo una actividad totalmente ligada al campo. Hoy, en peor o mejor estado de conservación, esas construcciones nos dejan entrever a través de sus variadas estructuras y elementos, la forma de vida que un día tuvieron las gentes que los habitaron. La ruta que aquí se propone discurre por algunas de estas aldeas.

Paisajísticamente, el recorrido está dominado por un extenso mosaico compuesto por pequeñas manchas de monte de encinar (vestigios del que un día ocupo todo este territorio) y parcelas con cultivos de cereales y leguminosas de secano, olivos, almendros…, sin que falten rodales de viña, llamados aquí “majuelos”.

Todo ello conforma un paisaje heterogéneo, pero armónicamente dispuesto sobre el omnipresente sustrato de tierra blanquecina y pedregosa -por su composición caliza-, que, sin duda, forma parte de las señas de identidad de la comarca natural del Campo de Montiel.

Esas mismas piedras, serán la materia prima principal utilizada para la construcción de las numerosas muestras de arquitectura popular que encontraremos a lo largo del trayecto. Así, ya en la primera cañada, al poco de iniciarse la ruta y junto al camino, podremos observar en un peculiar pozo, la aplicación práctica de una de las técnicas más usadas, la de la mampostería.

Otro de esos ejemplos, los podemos divisar desde el Cuarto de la Colorada, en otra de las cañadas que poco después irá a parar al río Córcoles. Se trata de un modesto caserío de aspecto ya terroso, en el que llama la atención del visitante un bombo realizado con la técnica de hileras en voladizo o de falsa bóveda, al que con los años se le dio el uso de gallinero, al añadirle una pequeña entrada superior y un doble techo de palos de madera, siendo éste otro de los materiales, que obtenido de distintas especies de árboles según la disponibilidad y los recursos económicos de sus propietarios, formaba parte indispensable de las construcciones de cierta complejidad.

La Atalaya, aldea que hace honor a su nombre por su ubicación en un alto, se ofrece como un estupendo mirador. También, en otra elevación, pero en este caso sin hacer justicia a su nombre, se encuentra la aldea de Casa Nueva. Aquí, varios grupos de casas y corrales dispuestos a ambos lados del camino forman una pequeña calle, que, aun carente de moradores sigue ofreciendo un aspecto acogedor. El uso en su construcción de tierra rojiza y la falta de los típicos encalados que un día luciera, recuerdan hoy la imagen de muchos pueblos norteafricanos. Otras aldeas son Casa del Maestro, ubicada entre monte, y en la que destaca el palomar del resto de construcciones, y el Cuarto Gala, que nos anuncia la proximidad del casco urbano, y por tanto, del final de esta ruta.

Entre las especies vegetales abundan los cultivos de almendros y olivos en pequeñas parcelas, sobresaliendo estos últimos por ser uno de los municipios de la zona con más olivar y de los pocos pueblos de los alrededores que cuentan con almazara. Entre las especies silvestres encontramos aromáticas como el Romero o la Santolina; arbustos como la Retama; o las Encinas, bien formando masas de monte o en pies sueltos en los cultivos y lindes.

Los fenómenos erosivos del agua sobre la plataforma caliza han originado numerosas simas, siendo la más conocida la Sima de Casa Nueva. Podrá reconocerse, al borde del camino y acompañada de un hermoso ejemplar de encina, por su embudo de entrada a poco menos de un Km. de la aldea que le da nombre. Estas cavidades ofrecen refugio a varias especies de murciélagos, entre ellas Murciélago pequeño y grande de herradura, de cueva y ratonero.

En cuanto al resto de fauna, el Águila culebrera o el Busardo ratonero son rapaces cuya observación es frecuente sobrevolando la vegetación, mientras que en los espacios abiertos otras aves presentes son Sisón, Abubilla, Abejaruco..., además de algún que otro Mochuelo en los majanos y tejados de las aldeas. Entre los mamíferos, aparecen carnívoros como Gato montés, Zorro, Garduña, Turón, Comadreja…. Y un reptil a destacar, el Eslizón ibérico.

FICHA TÉCNICA

Longitud:  17,6 Km.
Elementos destacados:  arquitectura popular (casas, cuartos, aldeas…), encinar mediterráneo, ecosistema estepario, simas…
Punto de inicio y fin:  Eras del Viso, proximidades del Instituto (544354-4321848) y Cruce camino de la Atalaya con camino de Don Benito (543258-4322813)
Nivel de dificultad:  Bajo.
Accesibilidad:  No accesible para sillas de ruedas.
Medios de locomoción recomendados:  a pie, en bicicleta o a caballo.
Cartografía:  IGN. Escala 1:25.000. Hoja 763-IV y 764-III.

  PUNTOS DE INTERÉS X Y
1 Cuarto de la Colorada 540800 4323250
2 La Atalaya 539750 4324450
3 Casa Nueva 539300 4326650
4 Casa del Maestro 540750 4324850
5 Cuarto Gala o de Requena 543480 4323350
6 Sima de Casa Nueva 540100 4326190
7 Pozo 543640 4322450
8 Bombo 540530 4323520

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