Recórrelas y te sorprenderán...

Ruta 5. De las Morras

Sin contar la del Casco Urbano, esta es la ruta más corta de las recogidas en esta guía, con 8,3 km de longitud, lo que incita a recorrerla como un agradable paseo paralelo al río Quintanar. De él, dicen los lugareños que tiene “dos cauces y madre” (dos cauces por formarse tras la unión de dos vallejos, y madre, por la fuente del Quintanar).

A la hora de orientarse, se ha de tener en cuenta que la toponimia asignada tanto al río Quintanar como al Ojuelo (Ruta 1), es diferente dependiendo de la cartografía consultada, llamándole en algunos casos a cualquiera de ellos río Córcoles, aunque los munereños prefieren denominarlo así sólo a partir de juntarse los primeros en la zona del “vao”, para seguir su curso hasta unirse al Río Záncara ya en la provincia de Ciudad Real.

La primera mitad del recorrido pasa entre huertas y arbolado típico de riberas (chopos, álamos, nogales, saúcos,…) a pocos metros del río, lo que se conoce como “vega”. Formando parte de este ambiente hortícola podemos ver algunas norias, hoy ya en desuso, pero que aún conservan restos de su maquinaria. La huerta forma parte de la vida de las gentes de Munera, por lo que en cualquier época del año podremos encontrar a algún hortelano afanado en sus labores. Con ánimo de poder regar la vega, en 1787 se construyeron en este tramo tres pequeñas presas, llamadas localmente “pasos”. Son el Paso Blázquez, el de Hoya Pareja y el de Las Nogueras, si bien antes de unirse al río del Ojuelo se encuentra también el Paso de Santa Quiteria.

La predilección de las distintas culturas por asentarse en las proximidades del los cauces de agua queda aquí patente con la presencia de varios yacimientos, como la Morra del Quintanar o la de San Telmo, pertenecientes a la “Cultura de la Morras y Motillas manchegas”, desarrollada durante la Edad de Bronce únicamente en el Oeste de Albacete y Este de Ciudad Real. Varios objetos procedentes de estos lugares (queseras, brazaletes,…) se exponen en el Museo Arqueológico Provincial. Más tarde, ya en época romana, discurriría por aquí una calzada que comunicaba la población con la vecina Libisosa (actual Lezuza). Y más recientemente, la Cañada Real de los Serrano viene cruzando el río llevando el ganado de trashumancia de las serranías de Cuenca y Teruel hasta Jaén, aunque ya sólo una ganadería hace uso de ella.

En uno de los cortados rocosos que delimitan la margen derecha se encuentra la ermita más pequeña de España, la de San Telmo. De propiedad privada, por lo que no es accesible al público, fue escavada en la roca viva en el año 1800, en cumplimiento de una promesa al salvarse su autor y su esposa de un naufragio. Varias casas recientes y un descansadero de la Ruta del Quijote, coexisten con antiguas construcciones como el Cuarto El Ángel o el Cuarto Juan de Mata.

Tras alejarnos del cauce siguiendo unos metros en ascenso la Cañada Real, pasando por la Casa del Cojo y el Cuarto Cuesta, llegamos a la aldea de Las Zorizas, un importante caserío con las típicas construcciones en piedra en contraste con otras más recientes. En este punto giraremos hacia el pueblo, ofreciéndose éste como telón de fondo en un camino de ambiente más seco, donde predominan los cultivos de secano con cereal y olivos, junto con alguna pequeña mancha de encinar. En este tramo, el Chozo del Zarzo vuelve a recordarnos la importancia en la zona de las construcciones con la técnica de piedra seca.

Los restos óseos encontrados en las excavaciones de la citada Morra del Quintanar muestran que hubo en el pasado en la zona una rica fauna compuesta por especies, hoy desafortunadamente desaparecidas de la mayor parte de la Península, como el Lince ibérico, o extintas en todo el mundo, como la Encebra , tipo de asno salvaje. No obstante, aun son muchos los animales que, a pesar de la habitual presencia humana encuentran aquí su hábitat. Es el caso de mamíferos carnívoros como la Gineta o el Turón; reptiles como la Culebra de agua; y aves como el Búho real, que aprovecha para anidar los numerosos cortados rocosos, o la escandalosa Grajilla; mientras otras como currucas, mirlos o gallinetas de agua se dejan ver y oír entre la vegetación de rivera.

Terminado el recorrido, en un punto cercano al de inicio, una vez cruzado el río podremos refrescarnos en la Fuente Nueva, donde tradicionalmente los lugareños bajaban a llenar los cántaros siendo punto de encuentro habitual entre mozas y mozos.

FICHA TÉCNICA

Longitud: 8,3 Km.
Elementos destacados: Ecosistema fluvial, ecosistema rupícola, arquitectura popular (casas, cuartos, aldeas…)…
Punto de inicio y fin: Ambos próximos al Paso Blázquez, al cruzar el río cerca de la Fuente Nueva (545230-4321060) y (545440-4320770).
Nivel de dificultad: Bajo.
Accesibilidad: No accesible para sillas de ruedas.
Medios de locomoción recomendados: A pie, en bicicleta o a caballo.
Cartografía: IGN. Escala 1:25.000. Hoja 764-III.

  PUNTOS DE INTERÉS X Y
1 Paso Blázquez 545200 4321160
2 Paso de Hoya Pareja 545770 4320960
3 Paso de Las Nogueras 546100 4320370
4 Ermita de San Telmo 546490 4320130
5 Cañada Real de los Serrano 547570 4318140
6 Cuarto El Ángel 546640 4319070
7 Cuarto Juan de Mata 547450 4318270
8 Casa del Cojo 547445 4318080
9 Cuarto Cuesta 547270 4318025
10 Las Zorizas 547090 4317810
11 Chozo del Zarzo 546700 4318280
12 Fuente del Quintanar 546660 4319700
13 Fuente Nueva 545250 4321240

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